Entrevista al colectivo Rosa Sardina, autoras de «Lota, la cachalota»
14 octubre, 2019
¿Cómo os conocisteis? ¿Y cómo surgió la locura de uniros bajo el nombre de Rosa Sardina?
Todas las ilustradoras que hemos participado en la edición de Lota la cachalota habíamos coincidido anteriormente en los cursos de Ilustración que se imparten en la Escola de la Dona, en Barcelona. Bajo la coordinación de Ignasi Blanch, algunas de nosotras ya habíamos participado anteriormente en proyectos colectivos como “Humanitzem Hospitals”, que se propone transformar los espacios dedicados a los pacientes en hospitales y centros de atención primaria a partir de la ilustración y la pintura mural. También hemos participado en las actividades del Col·lectiu 309, un grupo de ilustradores que se ha propuesto dar visibilidad a la ilustración en el espacio público, en especial el 23 de abril, día del libro y fiesta de Sant Jordi. La idea de crear un álbum colectivo surgió como una propuesta de una de las ilustradoras del colectivo. Nos lo tomamos como un reto para demostrarnos que éramos capaces de trabajar juntas, aprender unas de otras y, además, pasárnoslo bien. Y… ¡así ha sido!
En cuanto al nombre, surgió de una forma espontánea buscando un seudónimo. El proyecto que habíamos iniciado tenía como escenario el mar, una de nosotras tenía un estuche estampado con peces de color rosa, y de ahí, saltamos a Rosa Sardina.
¿Qué técnicas trabajáis? ¿Y por qué escogisteis el collage?
Somos 12 y cada una de nosotras trabaja de manera individual con las técnicas con las que se siente más cómoda. Para el proyecto no queríamos perder esa diversidad, pero éramos conscientes de que debíamos mantener cierta coherencia global, teníamos que escoger una técnica que nos permitiese trabajar juntas, sin que ningún estilo prevaleciese sobre el resto. Teníamos claro que queríamos trabajar con técnicas manuales y nos pareció que el collage podía ser la opción ideal, ya que nos permitía jugar, mezclar todas esas características diversas y trabajar de manera conjunta.
¿Qué dificultades han surgido al trabajar 12 ilustradoras en un proyecto de una sola imagen? ¿Y cómo las habéis resuelto? ¿Cómo os repartisteis las tareas?
Cuando trabajas de manera individual es más fácil organizar dónde trabajar y establecer un horario concreto, pero siendo 12 personas resultaba muy difícil encontrar un espacio donde poder reunirnos y trabajar juntas, además de cuadrar un horario que nos fuese bien a todas…. por eso intentamos al principio repartir las tareas. Pero rápidamente vimos que no tenía sentido. Se trataba de hacer un libro entre todas y conseguir que nuestras ilustraciones tuviesen coherencia, así que la única manera era intentar trabajar siempre juntas. Eso ha requerido un esfuerzo y un compromiso por parte de todas. No sabemos muy bien por qué, pero la verdad es que no han surgido demasiadas dificultades. En ocasiones quizás hemos echado en falta un poco de tiempo para poder consensuar los procesos o experimentar un poco más.
Y en cuanto al proceso de creación colectiva hemos aprendido mucho unas de otras. Hemos trabajado con mucha ilusión, mucho respeto por el trabajo de cada una, lo que también nos ha estimulado y empoderado individualmente. Nos hemos reunido para pensar, para tomar decisiones y organizarnos. Han surgido comisiones de manera espontánea. Unas pusieron en marcha el proyecto desarrollando sus dotes narrativas, otras bocetaron las primeras imágenes a partir de esos textos, otras hicieron uso de su capacidad de organización, otras crearon multitud de papeles pintados a mano, con una gran riqueza plástica de diferentes colores y texturas, otras descubrieron una increíble habilidad manual con las tijeras construyendo pequeños elementos recortados con todos sus detalles para diferentes escenas, otras han coordinado todo ese material dando forma a la composición, llevando la dirección si surgían dudas, otras llevando el control de las tareas por hacer, de la comunicación con la editorial, con las redes sociales, etc. La experiencia nos ha enseñado a confiar en el criterio de las demás, la generosidad, y a poner lo mejor de cada una de nosotras al servicio del grupo. Todas hemos aprendido mucho.
¿Por qué el tema de los plásticos en el mar?
En primer lugar, porque es un tema fundamental para la supervivencia de muchas especies y el equilibrio de los ecosistemas del planeta: Los plásticos están por todos lados, se dispersan muchísimo y no se degradan con facilidad. Se calcula que cada año pueden llegar a los mares y océanos hasta 12 millones de toneladas de basura… Y, si no lo paramos entre todos, esto va a más, porque la producción de plásticos en 2020 será de cerca de 500 millones de toneladas (un 900% más que en 1980). En 2019 se conmemora el segundo centenario del nacimiento de Herman Melville, autor de Moby Dick, y nos pareció bonito hacerle un homenaje y que nuestra protagonista, Lota, fuera también un cetáceo, en este caso un cachalote hembra.
¿Cómo creéis que influye la ilustración infantil en los niños para explicar estos temas relevantes?
Creemos que es un medio muy importante a través del cual los niños pueden tener acceso al mundo que les rodea más allá de su entorno inmediato, de una manera clara, atractiva y que además les invite a reflexionar. Los cuentos o álbumes ilustrados son ideales para explicar multitud de temas y también facilita a los padres la introducción de muchas de estas cuestiones importantes, acercándolos mediante la palabra y apoyándose en el refuerzo de las imágenes.
¿Y creéis que el futuro de estas problemáticas puede cambiar de la mano de los niños? ¿Qué pueden hacer ellos?
Los niños son muy sensibles ante las injusticias y muy empáticos con los otros seres vivos. Creemos que ellos (como, por otro lado, también los ancianos) tienen mucho que aportar para construir un mundo mejor que el que los adultos, con mirada un poco miope, hacemos funcionar.
Hay que escuchar a los niños, su espontaneidad y su buen corazón nos dan pistas sobre lo que es verdaderamente importante. Nuestra historia acaba con una pregunta muy simple formulada por Sumi, una niña que empatiza con los problemas que le cuentan los animales del mar. Nos gustaría que la lectura del libro animara a todos los lectores de todas las edades a responder a esa pregunta, que para nosotras es fundamental. Si tenemos claras nuestras prioridades, tenemos que comprometernos a llevar a término cambios concretos en nuestra forma de vivir.
¿Qué tenéis pensado hacer a partir de ahora?
Estamos muy orgullosas del resultado del proyecto colectivo y queremos seguir trabajando en difundir el mensaje de este álbum con distintos talleres infantiles. También nos gustaría continuar explorando en la línea de la creación colectiva y emprender nuevos proyectos resaltando temáticas sociales y de valores con la idea de ayudar a transformar el mundo a partir de la ilustración.
¿Cómo será la presentación del próximo día 22 de octubre en la biblioteca del Poblenou de Barcelona?
Estamos muy contentas porqué Ignasi Blanch nos acompaña en la presentación. Queremos que se entienda bien el proceso. La generosidad, el respeto y el esfuerzo de todas nosotras y entre nosotras. Estamos preparando unas imágenes para “ilustrar” todo esto. ¡Será una cita muy emocionante!