• 28 páginas | 18 x 24,5 cm | cartoné
  • Traducción: Koldo Izagirre
  • ISBN: 978-84-92696-07-9
  • Takatuka Álbumes

Pies sucios

13,50 

A la hora de la siesta, cuando el sol quema y no anda nadie por la calle, Pies Sucios sale de casa a jugar a la rayuela en la plaza. A esas horas los inmigrantes acostumbran a frecuentar un teléfono público desde el cual llaman a lugares lejanos. Pies Sucios no siempre entiende lo que dicen, pero sabe lo que cuentan a quienes dejaron allá lejos.

Reseñas

«Izagirre y Olariaga nos presentan una obra en la que nos vamos introduciendo en el mundo de los inmigrantes, en su realidad, en la necesidad que tienen de mentir para poder seguir adelante… y todo ello a través de los ojos de una niña, Pies Sucios, que fue abandonada por su madre y que vive, también, entre dos mundos. Los autores de la obra, lejos de opciones simplistas y paternalistas, ofrecen un texto y unas ilustraciones que permiten reflexionar y disfrutar a la vez». Xabier Etxaniz, CLIJ

«Pies sucios es una niña. Juega a la rayuela en la plazoleta en la que hay un locutorio telefónico adonde van los inmigrantes a llamar a su familia. Pies sucios los escuecha y tal vez no los entiende pero sabe de qué hablan, interpreta las “mentiras” que dicen a sus familiares para tranquilizarles, para hacerles sentir que todo va bien, para que no se preocupen aunque lo que están viviendo es duro, muy duro. Por ejemplo el que les cuenta que está en una orquesta y lo que hace es tocar por las calles un triste acordeón por unas limosnas; el que les dice que sube y baja en ascensor, que trabaja de ascensorista, y lo que hace es cargar con bombonas de butanos escaleras arriba por poco más que una propina; y así varios casos que le hacen desear a Pies Sucios una familia allí en el extranjero con la que hablar y a la que contarle sus deseos. Porque Pies Sucios es una niña extranjera, adoptada que no sabe de sus orígenes y que en esa plaza juega a la rayuela, va “de la tierra al cielo” con las preguntas que ella se hace y con las respuesta que en los inmigrantes encuentra.
Y Olariaga coge el testigo del autor para presentarnos las dos realidades de cada extranjero, la que cuenta y la que vive, y para mantener ese origen, ¿africano?, en secreto hasta las últimas páginas. Un álbum ilustrado con “mucha personalidad”, en el que las palabras están llenas de poesía y la historia es una auténtica crónica». José García Oliva, Diario de Jerez Digital

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